Bajamos y subimos y volvemos a bajar y a subir.

Salimos del hotel y seguimos subiendo hasta el cementerio de Itziar, tras subir al cementerio

(Con el 7, Deulofeu)

empezamos a bajar procelosamente y nos encontramos con una señal de "peligro en la bajada" y nos indican que vayamos por la izquierda donde han colocado unas cuerdas para poder agarrarse.

 Llegamos a Deba donde utilizamos un par de ascensores para bajar hasta el centro del pueblo donde compramos raciones de supervivencia ya que en esta etapa no había sitios donde comer y tendríamos que hacernos unos bocatas.

Dejamos Deba y comenzamos una apabullante subida hasta la Ermita del Calvario, apropiado nombre por el calvario que nos supuso ascender a dicha Ermita; cubito de café con leche y continuamos, subiendo por supuesto.

Olatz

Tras mil subidas y bajadas llegamos al límite provincial entre Gipuzcoa y Vizcaya y continuamos hasta encontrar un lugar donde comer los bocatas y localizamos un lavadero donde, tras pertinaz lucha con un gallo, dimos cuenta de la manduca.

Continuamos, subiendo por supuesto,

 y esquivando aldeas, hasta toparnos con la sorpresa de la jornada: una máquina que estaba reparando el camino (empozando más bien) ocupaba todo el espacio y empezó a echarnos a los lados, teniendo que agarrarnos a dicha máquina sorteándola y continuar por un lodazal producido por las lluvias de ayer y la máquina de hoy añadiendo un plus de peligrosidad.

Momento bonito del día: en una yeguada del camino somos testigos del cambio de parcela de los caballos atravesando nuestro camino.

Ya habíamos terminado de subir, por fin, y nos encontramos con una bajada destroza rodillas, laaarga, laaarga, laaarga, y entre los píos de pajaritos hayas y ayes llegamos al punto de destino: Markina. La dueña de la casa rural donde pernoctamos se prestó, amablemente, a recogernos en su coche y, en dos trayectos, nos dejó, por fin, en la casa rural Intxauspe. Fin de la etapa.

PEREGRINOS ALBOROZADOS CON EL RAYO 2 - NASTIC 0