lunes, 29 de mayo de 2017

Oración, despedida y cierre

(Crónica correspondiente al sábado 27 de mayo)

El kilometraje de la etapa de hoy nos permitió dormir un poco más... A las 8:30, sendos taxis (hoy hacemos la etapa completa el grupo completo; no hay nada que investigar) nos trasladaron hasta Güemes, final de ayer. Hemos encontrado Güemes muy diferente al día de ayer con sus rallis y aglomeraciones: bares cerrados, iglesia cerrada (como casi todas)


y calles desiertas. Con ese panorama empezamos a andar los primeros 2,4 km que nos llevan por carretera hasta Galizano. Ya se ve Santander en la lejanía.


Entre residencias de fin de semana nos vamos derechitos hacia el mar


y pronto entramos en una senda que nos regala una última etapa con vistas espectaculares sobre el Cantábrico.




Sobrevolando distintas playas




Playa de Langre






(Para Yolanda)

nos acercamos por la costa hasta Loredo, donde hemos hecho noche ayer.


Playa de Loredo

Seguimos pisando arena


hasta llegar a Somo. Tras un pequeño piscolabis, nos dirigimos hasta el muelle de embarque de la pedreñera. Descubrimos con espanto que si hubiéramos llegado mañana a esta hora o media hora antes no hubiéramos podido embarcar hasta Santander debido a la marea baja.

Hoy nos libramos por poco: la barquita tiene que ir haciendo un continuo slalom para salvar los inmensos bancos de arena que pueblan toda la bahía con esta bajamar.



Finalmente, sanos y salvos, desembarcamos en Santander junto al paseo de Pereda. (Queridos niños: José María de Pereda fue un novelista cántabro entre cuyas obras más conocidas destacan "Sotileza" y "Peñas Arriba" que se desarrollan en un entorno montañés -o sea, cántabro- y que le hicieron muy famoso).

Nos acercamos a la estación de ALSA para dejar los pertrechos a buen recaudo mientras comemos con Toya y Ramón que, como no tuvieron bastante con la cena del jueves con nosotros, pues nos acompañan hoy también.


Tras la comida y compra de productos regionales nos embarcamos en el bus de ALSA


que nos deja en Madrid sobre las 23:00 horas. Lágrimas, abrazos intensísimos, algún que otro magreo, intercambio de números de teléfono para quedar cualquier día y, finalmente, despedida y cierre como dice el título de hoy.

PEREGRINOS TODOS DE ACUERDO EN QUE HA SIDO UN PLACER

sábado, 27 de mayo de 2017

El Brusco fue todo un Dueso

Arrancamos la penul etapa. Ánimo por las nubes. Nosotros nos chupamos, para empezar, cuatro kilómetros hasta El Puntal 



para embarcarnos hasta Santoña.




Seguimos andando junto a la valla de El Dueso hasta llegar a la playa de Berria donde empieza nuestro "hueso". Empezamos la subida de El Brusco 


donde el chaval dio todo un curso de sapiencia montañera y evitó que Carlos y Ricardo se despeñaran... ¿O fue al revés?



Caminamos sin tregua por la playa de Trengandín 


hasta llegar a Noja donde nos tomamos un... respiro.

Cruzamos San Pantaleón y Castillo. 


Batti, no te olvidamos.

Un poco más adelante llegamos a San Miguel de Meruelo. Comemos unas croquetitas (literal) y más adelante cruzamos el puente medieval de Solorga sobre el río Campiezo


(Fuera de contexto:


Para Yolanda y Lucha)



En Bareyo, nos desviamos hasta la preciosa Santa María de Bareyo


Cerca de Güemes nos enconttramos un barullo tremendo en la carretera: cienes y cienes de personas y la carretera cortada porque se celebra un rallie. Nos dejan pasar a condición de que si aparecen coches nos tiremos al arcén. Recorremos ese kilómetro y medio a todo sprint y al llegar a Güemes atravesamos la masa humana que observa la carrera y llamamos al taxi que nos llevará a Loredo. Mientras viene nos refugiamos de la tormenta desencadenada.



PEREGRINOS A UNA ETAPA DEL FINAL







viernes, 26 de mayo de 2017

El Determinante Traumático

(CRÓNICA CORRESPONDIENTE AL DÍA 25, JUEVES)

Salimos de Castro temprano para enfrentar etapa larga, larga.

Comenzamos tropezando con Telefónica a lo que acude la Guardia Civil. Una vez repuestos del susto empiezan las subidas del día.


Tras pasar Allendelagua


y Cerdigo


llegamos a Islares donde nos desviamos del camino para tomar algo en la tienda-bar Elisa: Cerrado los jueves. Solucionamos el momento pánico avanzando algo hasta un hotel de carretera que calma nuestras necesidades.




Avanzamos hasta la playa de Arenillas y más adelante empezamos una fuerte subida hacia Ríoseco. Entretanto, encargamos a Daniel y Andrés misión de reconocimiento. Desde Ríoseco tomamos el ramal de Lugarejos, atajo que, efectivamente, nos lleva a varios lugarejos. ("No hay atajo, sn trabajo", Carlos dixit). Destacar que en la subida (apabullante) una lugareña nos indica que en dicha localidad, a la salida, hay una fuente junto a un árbol grande y una ermita. Exhaustos tras la subida, paramos a beber agua, que resulta ser altamente ferruginosa, no carbonatada y de salinidad baja.

Posteriormente, empezamos la bajada hacia el valle de Liendo




donde llegamos muertos de hambre y nos indican que comamos en el restaurante Varona; craso error; al entrar Ricardo, le pregunta si podemos comer y recibe como única respuesta una seña del índice de su mano derecha indicando  una puerta que resulta ser del comedor; además la comida, mediocre o así y lo voy a dejar ahí...

Tras comida, procelosa subida de nuevo bajo un calor axfisiante. Finalmente hacemos un Borbón junto a un adefesio arquitectónico que domina todo Laredo.


Bajamos hasta la puerta de Bilbao y entramos en Laredo donde no encontramos al diablo ni de coña.

En un momento dado, aparecen Toya y Ramón a quienes hemos citado previamente y con los que cenamos opíparamente o así.



PEREGRINOS AUTORIZADOS POR LAS AUTORIDADES SANITARIAS PARA SEGUIR CAMINO A PESAR DE LOS PARTES MÉDICOS QUE ACONSEJAN LO CONTRARIO




jueves, 25 de mayo de 2017

miércoles, 24 de mayo de 2017

De Euskadi a Cantabria y tiro porque me toca

Salimos de Portugalete muy temprano tras desayunar en un bar cercano y tomamos un autobús hasta El Casal, el punto donde terminamos la etapa de ayer.

Comenzamos a andar por el bidegorri




hasta la playa de La Arena con bonitas vistas,



inauguramos una pasarela en la propia playa y llegamos a escaleras empinadas que nos dejan en la vía verde que antiguamente sirvió de acceso al descargadero de minerales a los barcos.

Continuamos por la orilla del mar en la vía verde del Piquillo


mediante la cual entramos en Cantabria


 y llegamos a pueblo de Ontón


donde el camino abre dos alternativas, una más corta y otra más larga eligiendo la más corta y llegamos a una gasolinera 


donde tomamos un refrigerio ya que el bar de Ontón ya no existía.

Paramos para comer en un restaurante en Saltacaballo y luego continuamos, esta vez por la carretera hasta encontrarnos el pueblo de Mioño, Pasado el cual tomamos otra vía verde


que con un túnel de 600 metros que nos condujo a Castro Urdiales final de la etapa de hoy.

Tras las abluciones pertinentes y un breve descanso nos dispusimos a visitar la bella localidad marinera de Castro Urdiales







donde cenamos y, tras volver a nuestra pensión, escribimos este blog y nos vamos a dormir pronto a la espera de la etapa reina de mañana.

PEREGRINOS ESPANTADOS A LA ESPERA DE TREINTA Y TANTOS KILOMETROS


  

Oración, despedida y cierre

(Crónica correspondiente al sábado 27 de mayo) El kilometraje de la etapa de hoy nos permitió dormir un poco más... A las 8:30, sendos tax...