En busca del arca perdida (de Noé)

Lluvia es la precipitación del agua procedente de las nubes, diluvio es la lluvia constante, la puñetera madre que lo parió es lo de hoy. Salimos de Orio con los cielos abiertos y el viento ululando como si estuviera más cabreado que Cristiano cuando no le pasan el balón y, a los diez minutos, Kowalski e .ito rompieron sus paraguas; estábamos más mojados que la Sirenita y el viento nos empujaba a la carretera como si le debiéramos algo, ese fue nuestro principio de día.

Llegamos empapados a Zarautz

y nos dirigimos a la playa refugiándonos en unos soportales donde encontramos un bar (beberciotorreak) y nos tomamos unos cafés, unas leches y unas galletitas para calentar el cuerpo y continuar camino a Getaria (patria de Elcano, ese que tiene el pelo plateado); mientras llegábamos vimos al ratón de Getaria

 y, desde los soportales,

donde el grupo disidente se marcó un yonomemojonidecoña y pillaron un tasis a Zumaia mientras el resto siguió caminando hasta dicha localidad donde se reunieron para comer, guardando, peligrosamente, en un zagüan,

todas sus pertenencias; buena comida y, los escindidos, a tasis, y, los suicidas, a seguir camino hasta Itziar, final de etapa; para entonces la lluvia había amainado con alguna intermitencia y facilitó la llegada no sin tener que superar dos cuestarros de consideración, con suelo embarrado y piedras deslizantes.

Tras pasar un lugar donde alguien había dejado un puesto con sidra y miel para que el viajante se sirviera, pagando el precio estipulado en un cartel, y a solo 1,2 Km. de Itziar, con el chaval relamiéndose, nos colocan, tras una verja (en el campo¡)

(Para Yolanda y Lucha)

 un cuestarro con torrentera y piedras poco amigables que hicieron que el final fuera digno de dicha etapa.

Aquilea

 Llegada a Itziar donde nos alojamos y cenamos para alegría de Carlis que se puso ciego a sopa de pescado.

PEREGRINOS A PUNTO DE CONVERTIRSE EN BATRACIOS